viernes, 30 de septiembre de 2011

Me acabo de dar cuenta que se me acumula el trabajo. Y no precisamente porque me pase las tardes en blanco. Sin ir más lejos, esta tarde me he desplazado unos kilómetros hasta el pueblo de mi padre, Coreses, para acudir, como cada año, a la pequeña viña familiar que tenemos a las afueras. Y digo pequeña, pero casi me arrepiento, porque en toda la tarde apenas nos ha dado para empezar.

Mañana nos espera otra jornada agotadora hasta recoger todos los racimos. Asique, de momento, os dejo con estas fotos. Espero que las difrutéis como yo he disfrutado esta tarde (con dolor de espalda incluido, todo hay que decirlo).







 
 
 



1 comentario:

  1. Unas fotos super bonitas.Y la del comienzo de tu blog e muy apetecible

    besos suiteros y no te olvides que estamos de sorteo ( barra lateral)

    ResponderEliminar