sábado, 2 de abril de 2011

No sé qué tienen los cumpleaños de especiales que siempre terminamos igual. Ya no nos conformamos con llamar la atención en Villar del Buey, ni en el Bambara, ni en pleno Herreros. No. Nosotras ya decidimos hace meses pasar a un plano internacional dirigiendo nuestras locuras -retrasos de más de media hora incluidos- y canciones al pequeño país luso. Siempre superándonos. Discotecas con canciones interminables. Waka-waka. ¡Aleluya! Pañuelos que no aparecen y pantalones de pijama rodando de bolso en bolso. Sucesión interminable de regalos y tartas de chocolate que sobran. Comprendanlo. Había que hacer hueco al pastel de gominola que aguardaba pacientemente sus veinte segundos de gloria (más o menos lo que duró en el bar).

Me disculpan si sólo incluyo fotos induviduales de una personita (Alexia). Es la cumpleañera y protagonista central de esta entrada.












 



 

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